Cambia.
Con el amor pasa lo mismo, puede convertirse en odio, en rencor, en amistad e incluso puede volver a ser amor.
Todos a los que amamos nos dejan una huella impresa, cada una distinta, cada una de un tamaño diferente, a veces incluso simplemente pasa a ser una idealización.
He descubierto que sí es posible que el amor vuelva a ser amor.
Con mucho miedo.
Pero yo soy así, me lanzo de cabeza desde la mayor altura a la mayor profundidad.
Lo hago en el amor y lo hago en la vida.
A veces no vuelvo a flote sino me hundo hasta el fondo.
Mi sino es que mi vida sea un caos con momentos de felicidad efímeros.
Lo voy aceptando.
Y si me tengo que ir a un pozo del que no pueda salir porque ya he gastado toda la energía, entonces gustosamente caminaré hacia él, lo más anestesiada posible, porque me aterra sufrir, como a cualquiera.
El único remordimiento sería dejar atrás a los que me aman antes de tiempo.
Por primera vez creo que me iría en paz, incluso con esos remordimientos, incluso siendo un poco egoísta, porque la vida me está enseñando que he obtenido el perdón de muchas personas y tengo la conciencia algo más ligera.
Me han curado un poco el corazón esta semana, me han hecho sentir que sí era digna de ser amada.
Las cicatrices perduran y lo harán eternamente, como un infarto, como un corte profundo.
Querría cubrirlas de oro para hacerlas más bonitas y que no se abriesen tan fácilmente, pero me ha tocado ser pobre de solemnidad y de momento solo puedo recordar esos abrazos y ese calor.
Hoy volví a tener una pesadilla, me desperté llorando. Era aterrador estar sola en ese momento, me dolía el pecho....
Pero fui lo suficientemente fuerte como para llamar y pedir ayuda para volver a bajar la ansiedad.
Será difícil.
Pero no imposible.
Mi amor SIEMPRE seguirá siendo valiente.