martes, 16 de septiembre de 2008
Tan efímero como un pensamiento...
Y tan brillante, tan intenso, tanta luz, tanto recorrido, tanto tiempo que ha pasado... No sé si se acabaron las frases de no puedo, no quiero, espero pero no llega, desespero por esto pero, sé que la mayoría de las veces, siempre paso ese sendero oscuro hasta darme cuenta de que tenía los ojos cerrados y por eso no veía nada. Si pierdo, desprecio lo que ya tengo, si gano, la avaricia crece. Cuando no sé cómo mirar a los ojos, distorsionada al reflejo, ¿soy así de real? Y me viene ese pesar, de que me estanco en el suelo con un cordel imaginario atándome los pies, cómo diablos voy a moverme... El narcisismo, es falta de amor propio... (en fin).
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