Lo patético de alguien vacío y seco por dentro…
Que se sienta a espiar si su veneno te ha afectado.
Que una vez creyó tenerte en sus manos.
Pero no llegó ni a traspasar la primera capa.
Podría hundirte en la miseria con desearlo.
Y sin importarme.
Pero como de verdad no me importa.
No pierdo el tiempo.
No soy de nadie.
Nunca volveré a serlo.
Ni “para siempre “ con vestido blanco.
Ni “eres mía “ hasta hacerme pequeña.
No seré la cómplice, ni la secretaria.
Ni la que cuida pero la dejan sola.
Ni la que mantiene “nuestro” hogar.
Iros a la mierda.