lunes, 30 de marzo de 2020

Bata blanca

Me la pongo once días seguidos, setenta y cuatro horas.
Limpio con lejía a conciencia el mobiliario y pulverizo alcohol en mis guantes.
Niego con la cabeza por rutina: "no hay material para nadie".
Me ajusto la mascarilla cuando alguien se acerca.
Pido, por favor, que respeten la línea a rayas delante del mostrador.

Y ese momento me parece de lo más curioso.
Debajo de la mascarilla sonrío, aunque no se vea.
Pero quiero creer que se intuye.


Todos echan la culpa a algo.
Al gobierno actual, al pasado, al anterior, al que podría haber sido y no fue.
Todos parecen tener la clave mágica para resolver esta situación.
Pero nadie lo vió venir, nadie pensó que pasaría.

Todos incendian las redes.
Retos, fotos, videollamadas, consejos, yoga, recetas.
Artículos sobre salud mental para mantenernos cuerdos.

Pero cuando pasa un coche de policía o una ambulancia asoma el miedo.
Por ellos, por mi, por todos.

Me asomo a la ventana fumando a las ocho.
Mis vecinos no saben que once días seguidos, setenta y cuatro horas, me pongo una bata blanca.
No aplaudo, pero sonrío mientras fumo.
No lo saben, y daría igual que lo supiesen.

No me siento una heroína, ni valiente, ni más expuesta que nadie.
Me siento igual de encerrada que ellos.
Me falta sentir el aire en la cara en un paseo por el parque, igual que a ellos.
Me falta sentarme en una terraza y tomarme tres cervezas, igual que a ellos.

Me falta coger el coche y ver a mi familia, igual que a ellos.
O irme de viaje, a donde sea, igual que a ellos.

Después de esto, todo volverá a ser igual.
La hipocresía seguirá su curso...




viernes, 6 de marzo de 2020

Tras el alboroto viene la reflexión.

Me siento plena en alma a días.
Y amar no me cuesta, salvo las cuestas.
A veces creo que soy yo a medias.
Entre el ayer y el mañana.

Quiero memorizar plazas y rostros.
Retratar y elevar lo mundano.
Aunque a veces me encierro aquí.
Sin saber a dónde se van las ganas.

Y el cansancio se sume en más de lo mismo.
Se escapa el tiempo como arena entre los dedos...