lunes, 26 de junio de 2017

En parte escribo por razones concretas: melancolía, amor y depresión.

Exprimo las imágenes y el sonido de las palabras, a ver si con otra vuelta dejan de pinchar en el mismo sitio y mi corazón se apacigua, esperando paciente a los pequeños sobresaltos que esta plana estabilidad me ofrece.





Quizás por eso el vino entra tan bien cuando te das cuenta, muy consciente y parpadeante, del paso del tiempo.
Quieres dejar de estar tan consciente.

Total, ¿para qué?
Creo que ya he vivido los grandes dramas.
Creo que ya no puedo amar con mayor intensidad.
Creo que ya no puede doler más de lo que ha dolido.

Todo necesita desdibujarse.
Para que siga corriendo el reloj, con un poco de sentido.
Dejar de avergonzarte de tus malas acciones y decisiones.


Quizás necesito enamorarme de mi misma y de la vida otra vez...