miércoles, 26 de marzo de 2008

M

Siempre me ha fascinado (fastidiado) tu manera de fingir indiferencia.
Noche tras noche nos comemos el tiempo y divagamos para no hablar de verdad. Me revuelvo en la silla. No voy a reconocer que hace algún tiempo pensé que la fascinación iba más lejos de lo que pediría. Pero ahora me aburre esa idea.
Debe ser molesto que te pregunte todo el tiempo. Que invada tu intimidad y te robe cigarro tras cigarro, sorbo tras sorbo, verdad tras mentira. 
Es contradictorio, será hasta que yo ya no aguante y que algún día sea insoportable que esquives las respuestas. Hasta que haga balance y me de cuenta de que yo doy mucho más, aunque no lo pidas.
O lo mismo tengo que esperar.
Puede que algún día me des la razón, y haya un empate. O que te gane la partida.
Que nos demos cuenta de que estamos en el mismo planeta, con el mismo peso encima, cada uno en su papel, ahogando lo que no quieres que te diga, ahogando lo que no me dices.
Ahogándonos sin más, por el simple placer de hacerlo.
Puede ser que leas todo esto, cuando te haya suplicado suficiente. Aunque lo dudo.
Y lo mismo hasta echas de menos estar sentado ahí conmigo, divagando para no hablar.

viernes, 21 de marzo de 2008

Qué tiene tu sonrisa..

..que no puedo desengancharme de ella. Y por más que lo intente, me cuesta apartar la mirada de tus ojos tristes...
Mi día a día es peleón. Como el espejo al que me enfrento por las mañanas, me sacude un bostezo y empieza la jornada, un poco de esto, un poco de aquello, pero cuando me descuido, la mañana simplemente desaparece entre las sabanas, mi edredón y yo tenemos una relación obsesiva, me acoge, me evade, me da calor, pero cuando vuelvo a la realidad, el muy cabrón me ha robado nosécuántas horas. Así me levanto, indignada por mi adicción a la cama, "debo dejarlo, no más de siete horas", me lo repito constantemente...
Alguien me lo preguntó; si eres feliz cuando el sol te acaricia, si puedes reinventarte de mil maneras, si no eres capaz de amar por el miedo que supone perder lo que amas, si eres un vago, al que le pesa hasta la esperanza, si tampoco eres capaz de mentir, pero no te cuesta ocultar la verdad, si quieres, pero no te atreves a gritar a la gente que te importa ¡confía en mi!...
Podrías ser un candidato perfecto para intercambiar mi edredón por una manta canadiense.

martes, 11 de marzo de 2008

En sueños hablo sola

Lágrimas, muy pequeñitas, que se clavan en los ojos, ella parpadea, no entiende nada. Esas lágrimas no son suyas, ni siquiera son de verdad, están echas de cartón, deberían doler menos.
Pero las mira embobada, como caen entre sus manos, no pudimos evitarlo, ella se fue y yo me quedé en su lugar. Aún recuerdo sus gritos.
¡Tú estás loca!
Y entonces me tiró un paquete y se fue corriendo. No la volví a ver.
El paquete era enorme, llevaba dentro tres cuadernos y dos discos. Era mi vida, que por ser tan corta se resumía en tres montones de hojas garabateadas y canciones muy tristes. No recuerdo nada más.
La gente guarda imágenes, fotos en color que observa cuando tiene el tiempo desocupado, las quita el polvo con la manga y se promete volver a ver a sus amigos.
Ella no me prometió nada, ¿voy a olvidarla entonces?



Extraño algo por lo que comportarme como una loca.