jueves, 20 de agosto de 2015

A veces mi corazón no siempre late a la velocidad que quisiera.

Las mariposas se han posado a observar con lupa.
Y yo miro y remiro, y me pierdo en ese lago.
A veces gris, a veces azul, a veces verde.
Sigo sin entenderlo.
Sin creerlo.
Y tiro del hilo más fuerte y más fuerte.
Sabiendo que si lo rompo lo voy a lamentar.

¿Cómo puedes seguir sin marearte en una balsa a la deriva?
¿Cómo vas a soportar que me enfade que todo vaya bien?
¿No ves que más al fondo hay arenas movedizas?

Estoy tan hecha a la tribulación, a la dificultad...
A las tormentas.
Que el cielo despejado me ciega.