viernes, 15 de marzo de 2013

Un paso más


Te dedico mi cuerpo; podrás tocar cada parte de él, no se resentirá, responderá ante ti y agradecerá cada caricia. Desde el principio de mi cabeza hasta el final de mis pies. Te regalo las comisuras de mi boca y te pediré durante horas que poses las yemas de tus dedos sobre mi espalda.
Te dedico mi mente; te retaré a descubrir tu propia verdad, aunque diste de la mía, y te pediré que la compartas para llegar a una conjunta. Memorizaré cada detalle de tu vida, intentaré caminar en tus zapatos y te prestaré los míos. Jamás te mentiré.
Te dedico mi alma, si es que la tengo; besaré tus lágrimas, te consolaré en tus errores y celebraré tus aciertos. Te ayudaré a librar cualquier batalla. Te perdonaré todo lo que mi corazón permita perdonar, y procuraré no mirar atrás.


Te daré todo, sin reserva alguna, a cambio de que rompas las rejas de esta jaula.