lunes, 6 de agosto de 2018

Eran los abrazos infinitos.
Las caras conocidas y sus sonrisas al vislumbrarme.
Yo siempre fui un poco animal(a).
Siempre buscando el amor (imposible).
En los rincones de la noche.
Escondiendo mi rostro detrás de los libros.
Inventándome aquellas historias sobre sus manos.
Y diciéndome una y otra vez, que todo tiene que ser mejor de lo que es ya.
Los viandantes se giran a mi paso.
Yo tengo lágrimas en los ojos y se preguntan, como una criatura tan bella, puede ser tan infeliz.


No hay comentarios: