Debería estar cansada de tus manos, de tu pelo, de tus rarezas...
Pero vuelvo.
A por más.
A nuestra casa.
Me quieres, aunque no sepa bien por qué.
Cuentas los infinitos lunares de mi cuerpo.
Y nunca te cansas.
Convives con mis demonios.
Con mi corazón envuelto en coraza.
Con mi amor lacerante.
Intentando ser sincero.
Pese a todo valiente.
Y en algunos ratos maltrecho.
Ya no puedo irme de nuestra casa.
Mi amor no puede vivir sin ti.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario