martes, 17 de agosto de 2021

Una hora.

Tres.

Insomne total.

Unas caladas.

Miro las dormideras blancas, pequeñas, en su blister.

Sólo una no es suficiente.

Pero no me atrevo a tomar más.

No quiero volver a ese bucle infinito.

Así que mientras, fumo y espero.

En paquete azul y a veces en verde.

Con mi cuerpo dolorido.

Echándote de menos. Echándote de más.

Tu olor me calmaba como el opio.

Y el rodeo de tus brazos y piernas me fijaba en la superficie.

Ahora flotamos en un mar de dudas.

Dando vueltas en la cama.

Casi prefiero que desaparezcas.

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