No eres especial.

He querido a otros y al final cuando han visto mis demonios me han abandonado, me han tenido miedo.

Porque cuando sé que me van a abandonar me entra tal pánico que destrozo todo al rededor y acabo forzando ese abandono que tanto temo.

Ningún detalle.

No sabes lo que es querer y cuidar.

Solo te importas tú.

Y mientras me haces daño a posta y si respondo es culpa mía.

Claro, quien va a querer a una persona rota.

Estoy agotada.

Algún día, igual que los demás, te habrás dado cuenta de lo mucho que hice por ti y comprenderás que lo único que necesitaba era no sentir la amenaza del abandono.

Yo no quiero vivir sola, ni llevar una vida sola.

Ya no lo soporto. 

Por eso pensar en morir me da paz.

Por eso intento anestesiarme, el dolor es insoportable, tanto que causarme más con las pastillas y el alcohol es lo único que me hace descansar del estado de pánico continuo que siento. Solo así puedo dormir, unas pocas horas.

Me duele por mi madre, porque me ha visto levantarme y caer. Porque aún cree que queda en mi una persona brillante y capaz.

Algo de lo que me has hecho sentir vergüenza.

Me has menospreciado hasta llegar a creer que lo que decías era cierto. 

Las mujeres inteligentes y fuertes dan miedo, hay que rebajarlas para dominarlas.

Lo conseguiste.

Me rebajaste. Me dominaste.

Y luego te aburriste, ya no era un reto.

Ya no hay futuro.

Rompiste mi corazón y mis esperanzas.