jueves, 11 de septiembre de 2025

Tenía miedo a los golpes con el cinturón, a los botellazos, a las patadas cuando me doblaba hasta quedarme inconsciente

Pero me ponía delante de ella y los recibía por ella, porque por alguna razón la veía más frágil que a mi

Una niña de cinco años no debería haber pasado todo eso

Pero quería salvarla, de sus llantos, de su desesperación, recuerdo que me decía que no llorase, que eso provocaría más palizas, más gusto en el agresor, que ella ya lloraba suficiente 


Y ahora yo parezco ella, completamente desesperada, pero a veces siento no poder parar de llorar, lo siento mamá, se me salen las lágrimas y ya no puedo parar 

La sangre es más espesa que el agua, supongo

Pero nadie se puso delante de mi cuando me gritaban o me pegaban

Lo siento mamá, siento ser una cobarde y seguir tu camino, siento estar agotada

Te echo de menos, no sé dónde están tus restos, siento no haberte podido decir adiós como te merecías 


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