sábado, 12 de abril de 2008

El placer es mio

De otra vez. De esos sábado noche, cerveza tras cerveza y cigarro tras cigarro, mirándote. Me aburres, tu cara adquiere una expresión dudosa, yo sonrío y sigues hablando, estoy demasiado borracha como para poner atención en lo que dices, pero no lo suficientemente como para pedirte que te calles, es la sensación permanente de sentirme flotando, apoyada ligeramente en la barra, descargando mi conciencia en el cenicero, me siento como una parte más del mobiliario, ni siquiera puedo concentrarme en la canción que está sonando, pero me llega el sonido del lavavajillas, de la maquina de hielo, del murmullo de todos ésos, que como nosotros están teniendo una conversación sin sentido. Es sábado noche, lo recuerdo. Debería buscarle, llamarle y decirle, ven, estoy bebida, tomemos la última y vayamos a la cama. Pero en frente mía hay una boca charlatana que no me deja escapar. Recorro con la mirada el resto del local, en busca de una cara amiga que me rescate de aquí, al final me rindo y le pido al camarero otra cerveza. La pagas tú, por pesado, aunque no creo que ni todos los botellines de la cámara recompensen esta pérdida de tiempo. Pasados diez minutos que a mi me parecen horas, aparece alguien por la puerta, salgo disparada a saludar, con el bolso agarrado de la mano. Suplico melosa, voy fuera, coge mi abrigo que te espero, y cuando salgo, ya no me apetece decirle nada, simplemente salgo a correr, con el botellín que no he pagado, por la calle.
He dicho mil veces, y esta una más, la última, que no pertenezco a nadie.

2 comentarios:

Ego dijo...

Corre a camelar a quien no tenga sentido, para simular luego que te enamoras un poco. Y sigue sin ser de nadie, en tu cárcel de libertad, mientras queden Sábados por la noche, o mientras queden noches que convertir en Sábados.
La madrugada baila el ChiKi Chiki.
Un beso

bydiox dijo...

No me resultan ajenas tus palabras, se parecen (demasiado) a cosas que he visto y he vivido, supongo que la vida de todos y cada uno de nosotros no se distancia tanto como creemos (será que no somo tan especiales, o algo de eso).


Saludos... desde este otro lado