Entiendo que digas que soy un desastre...
(...)
Lo que me has preguntado, no lo he oído.
Pero de todas formas, voy a contestarte (...)
Llevas razón sobre tú y yo, pero da igual, porque he cambiado de opinión.
Sabiendo, como sabes lo que siempre le hago a la gente,
¿cómo pensabas que contigo iba a ser diferente? (...)
Es normal que pienses que soy un monstruo,
porque no he llorado y estoy tan entero (...)
Que solo me importa, lo que no me importa.
Pero esto no lo he escrito yo.
Es de Astrud.
Describe perfectamente cómo debería haber dicho a bocajarro todo.
Cuando pregunté a F si escribía bien...
Me contestó que hasta un reloj roto da la hora bien al menos dos veces al día.
Y yo me pregunto, si tenía algo de razón.
Por odiarme un poco.
O por no "quererme" ya ni un poco.
Puede que lea esto con una ceja levantada y le haga gracia.
O puede que me odie un poco más.
Ya da igual, F sólo forma parte del entresijo de mi memoria culpable.
Tampoco pediría perdón, en realidad, la canción tenía razón.
Mi minusvalía estaba a flote, tiene explicación.
Sabes, esto se lo escribo a otra persona.
Una que quizás me importa más de lo que podría admitir.
Y por eso mismo, me tengo que obligar, a que no me importe.
Algún día lo leerá mientras me tenga con la mirada fija .
Y hasta entonces, voy a volver a fingir que todo es normal.
Que nunca me entero de nada...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario