miércoles, 14 de noviembre de 2018

Siéntete afortunado

No hay nada, por fuera, que esté a mi altura.
Y qué alto lo veo desde estos tacones...

La incertidumbre estaba bien.
La respuesta no quiero saberla.
Aunque nuestros refugios estén marchitos.
Aunque los cuerpos no duren para siempre.


Mientras no hagas incómodos los silencios.
Mientras sigas esperando a que algo pase.
Yo prometo no esperar que cambies.
Ni pensar que este roto me puede hacer un remiendo.

Porque era tan fácil sentarse con Platón.
Tan fácil de admirar en la distancia.
Y sepas...
Que en mis piernas siempre hay un camino de espinas.
Que soy una flor carnívora.
Que nunca será suficiente.
Y no tendrías ni para empezar.

No hay comentarios: