Yo pensaba que era demasiado, que no podía.
Que había rebasado la linea.
Y claro que pude, puedo y podré.
Entrecierro los ojos y aprieto las comisuras al sol.
Cien pasos mas. Mil. Más rápido.
Y siento los pies ligeros como hace años.
Y el aire quemando en los pulmones.
Afable y cuadriculada durante el día.
Indómita y “animala” al caer el sol.
Si apenas he comenzado a conocerme.
Deja de fingir que lo sabes todo.
Estoy en proceso de ir soltando piedras y alterar todo lo preestablecido.
Estoy dispuesta a quemarme y a dar de beber al sediento.
Restaurando ese corazón maltrecho y hecho añicos.
Pintaré de oro mis cicatrices ennegrecidas.
Y seguiré dando pasos de gigante.
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